Lentamente caía la nieve cubriendo los árboles con un manto blanco.
Fito, desde la ventana del salón, mirando la nieve, gritó de alegría.
_ ¡Mamá, papá, ha llegado la navidad!
_ ¡Sí, hijo, ya es navidad, y prepararemos una gran cena!
_ ¡No mamá, yo prefiero muchos regalos! _ dijo Fito con los ojitos
brillantes de alegría.
_ Fito. Te voy a mostrar el mayor
regalo. Es tan grande que
es un tesoro.
_ ¿Y dónde está ese regalo mamá? _ preguntó...