En un pequeño bosque vivía el árbol Juanito. A Juanito le encantaba el
otoño porque era la estación de los colores.
Una tarde, el viento soplaba suave y cálido. Las hojas de colores naranja, amarillo y morrón empezaron el baile del viento.
Entre risas, el árbol Juanito miraba cómo sus hojas giraban y se
desprendían de las ramas al compás del viento.
Con la suave brisa, las hojas volaban y giraban de derecha a izquierda de una manera tan divertida que se sentían libres.
Pero cerca de allí, sentado en un banco, vieron a un niño que se
sentía triste y solo.
Entonces, las hojas movidas por el viento se acercaron al niño y,
jugando con él, se posaron sobre su hombro y cabeza.
Una hoja le tapó los ojos y otras le hicieron
cosquillas por el cuello y
nariz. El niño se sentía tan a gusto que no paraba de reír.
El árbol Juanito observando muy atento el comportamiento de las hojas
con el niño pensó:
_ ¡El otoño es una estación de alegría y amistad para todos aquellos que necesitan compañía en sus vidas!
Autores: Marcos Gómez y María Abreu
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