El conejito Fito termina de cenar su purecito de calabaza y zanahoria. Acto seguido, se baja de la silla para irse a dormir.
Mamá coneja le dice que no se puede ir a la cama sin cepillarse los dientes, y tomándolo de la mano se lo lleva al baño.
Frente al lavado, mamá coneja, le da un cepillo de dientes y pasta con sabor a menta fresca, pero el conejito Fito se niega diciendo a todo que no.
Ante la negativa del pequeño conejito, mamá coneja intenta convencerle explicándole:
_ Si no te cepillas, unos bichitos empezarán a comerse tus dientes y les harán unos agujeros llamados caries.
El conejito Fito, como no quería tener agujeritos en los dientes, agarró el cepillo y empezó a cepillarse.
Entonces mamá coneja cepillándose ella le explica la manera correcta del cepillado.
Los dientes en forma de movimientos circulares, de arriba abajo, y las muelas en movimiento, barriendo hacia adelante.
De esta manera, el conejito Fito aprendió a cepillarse los dientes y se fue con sus dientes limpios a dormir.
..... ......Cada día el pequeño conejito se cepillaba los dientes 3 veces después de cada comida, y sus dientes estaban fuertes, blancos y sanos.
Autora: María Abreu
Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día. (Salmos 25: 5)