Mamá coneja sentada en el comedor de la cocina le dice al conejito Fito que la comida del día es unas ricas verduras hervidas.
El conejito Fito con cara de rechazo se queda mirando el plato de verduras y tapándose la boca con las dos manos dice que no.
Mamá coneja se sienta a su lado y le explica que las verduras le ayudarán a crecer sano y fuerte. Pero el conejito Fito vuelve a decir que no y empuja el plato.
Papá conejo viendo la negativa del conejito Fito de comer verduras se acerca tranquilamente y empieza a hacer una carita feliz de verduras.
Para ello cogió una rodaja de pepino, le puso dos guisantes para los ojos y una tirita de zanahoria para la boca feliz.
El conejito Fito entre la duda y la curiosidad fija su mirada en la carita feliz de verduras y se queda atengo mirando a papá conejo comérsela.
Papá conejo seguía haciendo carita feliz de verduras, hasta que de repente ve cómo el conejito Fito de un zarpazo coge una y se la come entre risas.
Con este juego papá conejo enseñó al conejito Fito a comer las ricas verduras.
Autora: María Abreu
Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios. (Eclesiastés 9:7)
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