Con la vista muy atenta Matías miraba
a aquel pintor maestro trazando con precisión su majestuoso dibujo.
_ ¡Estos trazos son una obra maestra!
– decía el maestro dibujando sobre el papel.
El discípulo miraba atentamente sin
mediar palabra porque no salía de su asombro mirando el dibujo del maestro.
Sin apartar la vista del lienzo el
maestro preguntó al discípulo:
_ ¿Qué te parece el dibujo?
_ ¡Impresionante! _ respondió el
discípulo.
_ ¡Mmm! ¿Sabes cuál es el primer principio?_
preguntó el maestro.
El discípulo creyendo que tenía una
vista fina para apreciar un buen principio respondió:
_ ¡Unos trazos firmes, fuera de lo
común!
_ ¿Ese es el primer principio? _
preguntó el maestro con la mente libre de distracciones.
Acto seguido comenzó a escribir con
tinta sobre el papel:
.......
......
_ El primer principio es buscar y
servir a Dios con reverencia. Esa reverencia te hace ser sabio, porque no hay
sabiduría, no hay consejo por encima de Dios.
Autora: María Abreu
El principio de la sabiduría es el
temor de Jehová; Los
insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. (Proverbios 1:7)
Amiguito, amiguita en este versículo
la palabra temor no se refiere a miedo, sino que para ser sabio e
inteligente debes servirle a Dios en obediencia. Porque Dios es quien da la
sabiduría.
En una casita muy bonita vivían Nerea,
Isabela, y Alicia. Sus padres acababan de comprarles muchos juguetes para que
jugaran compartiéndolos entre sí.
Fue tanta la alegría que sintieron
Nerea e Isabela que decidieron ponerse a jugar de inmediato en la habitación.
Entre sus juguetes tenían muñecas,
instrumentos musicales, cochecitos, juego de cocinas, juguetes de enfermera y
diferentes puzles.
.......
.......
Mientras jugaban y se divertían se dieron
cuenta de que Alicia, su hermana menor de cuatro años, le costaba entender
algunos juegos, por eso Nerea e Isabela empezaban a perder la paciencia porque
quería disfrutar de todos los juguetes casi a la vez. Y a Nerea se le ocurrió
una idea para mantener a su hermana pequeña alejada de los juguetes, así que se
le acercó para hacerle la siguiente propuesta:
_ ¿Alicia
qué te parece si jugamos contigo a que estás enferma?
_ ¡Sí, juguemos a eso! _ respondió la
pequeña Alicia sin darse cuenta de que ese
juego era la manera de aislarla de los juguetes.
_ Ven acuéstate en esta cama, te
pondré una mantita y un termómetro en la boca. Recuerda que no te puedes levantar
porque estás enfermita_ agregó Isabela.
......
......
Con Alicia enfermita en la cama, Nerea
e Isabela disfrutaban a tope con todos los juguetes de la habitación. Se
disfrazaban de enfermera, hacían conciertos con los instrumentos musicales,
jugaban y armaban puzles…
Minutos después, la madre entró a la
habitación y vio a la pequeña Alicia en la cama mientras Nerea e Isabela
disfrutaban con los juguetes.
Inmediatamente la madre comprendió lo que
estaba pasando, por ese motivo sin decir media palabra se fue a la cocina y de
allí trajo un buen trozo de tarta de chocolate
Se acercó a la cama y empezó a darle
el rico trozo de tarta de chocolate a la pequeña Alicia.
Cuando Nerea e Isabela le pidieron un
poco, pero la madre se negó diciendo:
_ Esta tarta de chocolate es sólo para
Alicia porque a los enfermos hay que tratarlos bien para que cojan fuerzas y tengan
una pronta recuperación.
Luego la madre se levantó y volvió a la cocina.
Esta vez trajo un rico batido de frutas y también se lo dio a la pequeña
Alicia.
Nerea e Isabel al ver esto reflexionaron
y le dijeron a su pequeña hermana que se levantara de la cama que ya estaba
sana y que podía jugar con ellas.
Luego se acercaron a su madre pidiéndole que
les diera un trozo de la tarta de chocolate. La madre les dijo que se los daría
pero que primero debía saber la importancia de compartir.
_ ¿Cuál es la importancia de compartir
mamá? _ preguntó Isabela.
_ Es importante compartir porque
cuando lo haces aprendes a ser generoso, a ser justo, y aprendes a ser un buen
amigo _ explicó la madre.
Autora: María Abreu
El que da al pobre no pasará
necesidad, pero el que cierra sus ojos tendrá muchas maldiciones. (Proverbios 28:
27)
_ Primero tienes que aprender a dividir
el dinero que te dan tus papás. De ahí, gasta 50 céntimos para chuches y ahorra 50 céntimos para la hucha. A todo esto, se le llama ingresos, gastos
y ahorros_ explicó la madre.
_ ¡De acuerdo mamá! _ expresó Miqueas
muy contento porque por primera vez iba a aprender a ahorrar.
Segundos después fue a su habitación y
sentado en su mesita de estudio contó los
ingresos de un dinero
que le había regalado su abuela, más el dinero que le habían dado sus papás. Dividiógastospara los chuches y
echó sus ahorrosen la hucha.
Pasadas unas semanas Miqueas ahorró el
dinero suficiente y se fue a la tienda con su madre a comprar su ansiado osito
de peluche.
Dormido, abrazado a su peluche Miqueas
aprendió acerca del valor del ahorro.
Autora: María Abreu
En casa del sabio hay riquezas y perfumes,
pero el necio gasta todo lo que tiene. (Proverbios 21: 20)