Un grupo de animalitos
se cepillan los dientes, se ponen el pijama y en fila entran en un barco donde
acostumbran a dormir.
En el barco, mecido por las olas, duermen tranquilos como si estuvieran en una cuna.
En el barco, mecido por las olas, duermen tranquilos como si estuvieran en una cuna.
Acunados por las olas,
su estado de relajación es tan placentero que cuando alguna preocupación quiere llegar a sus mentes, las dejan pasar
como si fueran olas pasajeras sin detenerse en ellas…
PD: Este cuento corto
ayuda a que los niños duerman
con ternura y sin preocupaciones.
Autora: María
Abreu
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