
Es la mañana del 21 de
marzo. El viento comienza a soplar suavemente agitando las ramas de los árboles
como queriendo arrancar el polen de las flores.
El viento llega con alegría,
bailes y movimientos deseando anunciar algo.
Pero se asoma el sol y comienza
a calentar el bosque.
Mágicamente reverdecen los pastos y florecen los árboles dejando
fluir un delicado aroma.
Llegan las mariposas
revoloteando sobre las flores y embriagándose...