En el bosque de los
elfos vivía un elfo muy enojado que, un buen día, decidió marcharse al bosque
contiguo de las hadas porque estaba cansando de que los demás le llamaran “cara
de limón”.
Al llegar al bosque de
las hadas las encontró volando alrededor de los árboles dejando una brillante
aureola tras su vuelo.
El elfo después de
observarlas por un momento se acercó y
les comentó la incómoda situación que estaba viviendo en el bosque de los elfos
y les pidió ayuda.
Las hadas notaron que el elfo tenía el rostro enojado y arrugado. Esto les hizo entender que quizás por eso le apodaban “cara de limón”.
Las hadas notaron que el elfo tenía el rostro enojado y arrugado. Esto les hizo entender que quizás por eso le apodaban “cara de limón”.
Inmediatamente decidieron
mejorar la apariencia del rostro del elfo con una mascarilla. Para ello, llamaron
a dos abejas para que les trajeran un poco de miel mezclada con polen de rosas
rojas en un cucurucho de hojas verdes.
Después de haberle
puesto la mascarilla y ver que el rostro del elfo no mejoraba, decidieron preparar una pócima mágica en una
jícara de coco.
Llamaron a un caracol que
llegó y les regaló un poco de su baba y la mezclaron con polvos mágicos de
hadas, pero al ver que el rostro del elfo no se renovaba, le comentaron muy
angustiadas:
_ Será mejor que
vayamos a visitar al hombre sabio para que nos ayude a buscarle una mejor
solución a tu problema.
El elfo con su cara enojada, aburrida y desesperada
les dijo:
_ ¡Pues a ver si este
sabio puede hacer algo por mí!
El elfo y las hadas se
montaron a lomos de dos unicornios y volaron hacia lo más alto de la montaña
del bosque. Una vez allí, encontraron al hombre sabio lanzando semillas para que
nacieran nuevas plantas.
Al llegar las hadas el
hombre sabio dejó lo que estaba haciendo y al escuchar el problema del elfo, se
quedó mirándole por unos instantes y le recomendó:
_ ¡Pégate una carcajada que te hará bien! ¡Esa es la única solución a tu problema!
El elfo con mirada
seria y arrugando el rostro preguntó con incredulidad:
_ ¡Porque la risa es muy importante para la convivencia y para relacionarse con los demás!
En ese instante el elfo
comprendió el por qué le decían “cara de limón” y se echó una buena carcajada. Dando
las gracias bajó de la montaña y se marchó al bosque de los elfos.
Los demás al verle
llegar, intentaron ignorarlo pero al escucharlo reír se acercaron y rieron con
él amigablemente. De esta manera dejaron de llamarle “cara de limón” porque el
elfo aprendió a ser amable con todos.
Autora: María
Abreu
El corazón
alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el
espíritu se abate. (Proverbios 15:13)
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